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lunes, 9 de febrero de 2015

EL USO CORRECTO DE LAS MAYÚSCULAS. PRIMERA PARTE.



EL USO CORRECTO DE LAS MAYÚSCULAS. PRIMERA PARTE.


            Hola y bienvenidos de nuevo a otra de mis entradas dedicadas a aprender y manejar correctamente las reglas de la ortografía. En esta entrada vamos a tratar de un aspecto que se suele dar por sentado o conocida todas sus reglas pero en el que muchos escritores suelen cometer errores. Se trata del uso correcto de las mayúsculas.
            Puede parecer fácil su uso, pero las mayúsculas poseen unas reglas muy bien definidas que se deben respetar. Los errores al tratar con las mayúsculas suelen ser más comunes de lo que se piensa y puesto que deseamos que nuestros escritos estén lo mejor posible y que lleguen a manos de los editores de forma impecable, no está de más el conocer a fondo cuales son las normas del uso de las mayúsculas.

Comenzando

            El idioma español es heredero del latín y por eso utiliza las mayúsculas. Hay que hacer constar, y aprovechamos para hacer un poco de Historia, que el latín siempre se escribía con mayúsculas ya que las minúsculas no existían. La minúscula también se conoce como letra carolingia, y eso es porque es un invento “moderno” efectuado en el siglo VIII en el Imperio de Carlomagno. No voy a entrar al detalle, pero varios expertos señalan que el inventor de la minúscula fue un fraile llamado Alcuino de York que la llamó letra carolingia en honor de Carlomagno que fue el impulsor de la cultura por aquel entonces. Se piensa que la letra minúscula fue una forma de ahorro en la escritura. Ahorro tanto en espacio (así se aprovechaba más el papel, artículo de lujo) como en tinta y era más fácil de escribir. Dado que se escribía todo de corrillo y en apretadas líneas, con el paso del tiempo la mayúscula se fue introduciendo para crear mayor claridad y comprensión en la lectura y de ahí fueron surgiendo todas las reglas que han ido evolucionando, muriendo o sobreviviendo hasta nuestros días.

Las reglas de las mayúsculas
           
            Vamos a tratar las reglas en profundidad y como siempre hago, con claros ejemplos para que se pueda entender mejor. 


Puntuación y mayúsculas

            Se escribirá con mayúscula la letra inicial siempre que se den las siguientes condiciones:
1-La primera palabra de un escrito y la primera palabra que vaya detrás de un punto o un punto aparte aunque venga precedida de unas comillas, signo de interrogación, apertura, paréntesis o exclamación.
Tiró la pala a un lado. ¿Le daría tiempo a escapar?
2-La palabra que sigue a los puntos suspensivos siempre y cuando se cierre el enunciado.
No me gusta el jamón… Prefiero una ensalada.
3-También se pone con mayúscula la palabra que se inicia tras la interrogación y la exclamación, aunque hay existen dos reglas:
a)      Si la frase cierra un enunciado, la siguiente palabra se inicia con mayúscula. ¿Pero esto qué es? Tíralo ahora mismo.
b)      Pero si la frase continúa y el enunciado abarca tanto la interrogación como la exclamación, entonces no se pone mayúscula. ¡No quiero este juguete!, exclamó el niño con disgusto.
4-Siguiendo la regla anterior, si cada pregunta o exclamación es un enunciado independiente, entonces se coloca la mayúscula.
¿Has visto eso? ¿Piensas que puede ser verdad?
5-Respecto a la regla con los dos puntos se pueden dar diferentes variantes, teniendo que ser cada una respetada.
a)     Cuando es el encabezamiento de una carta, fax, documento, correo electrónico y se pongan dos puntos, la siguiente palabra comienza con mayúscula. Estimado socio: Te adjunto en el correo…
b)      Siguiendo con lo anterior respecto a las cartas, documentos, fax, etc., si en los mismos se reproducen palabras textuales. Entonces, muy enfadado, le dije: “A ver que te has pensado…”. Hay una excepción a esta regla que es si colocamos los tres puntos suspensivos para indicar que se está omitiendo el comienzo del enunciado original. Y el documento que recibí termina así: “…y no te olvides de pasar por el despacho del abogado.”
c)      En los epígrafes, subtítulos de libros o documentos o elementos de enumeración de una lista siempre y cuando una no continúe con la otra. Historia de Egipto: De las pirámides a las mezquitas.
d)      Si colocamos los dos puntos tras una palabra con intención de enunciar o avisar, nota, ejemplo, etc. PELIGRO: No dejar al alcance de los niños.
e)      Si los dos puntos los utilizamos como si fueran a continuación o siguiente y además alternamos con punto y aparte.
Receta para un bizcocho:

Dos huevos

Medio litro de leche…
f)        Tras los dos puntos que siguen a verbos como exponer, solicitar, certificar… cuando presentan el objetivo fundamental de determinados documentos jurídicos y administrativos, tales como decretos, sentencias, edictos, testamentos, bandos, etc., y que aparecen enteramente en mayúsculas. CERTIFICO: Don Manuel Becerro es el heredero de mis bienes…


La mayúscula y los signos diacríticos

            Aunque hace años no hacía falta poner acentos en las mayúsculas, en la actualidad las reglas de ortografía así lo exigen y por tanto escribir en mayúsculas no exime de colocar el acento cuando la palabra lo tenga: ÁRBOLES, TELEFÓNO, ESTÓMAGO…
            De la misma forma, la diéresis también se coloca en mayúscula: PINGÜINO, CIGÜEÑA, HALAGÜEÑO
            Existe un caso en el que en las mayúsculas no se pone acento, y es cuando forma una palabra que en realidad es la abreviatura de algo, por ejemplo CIA (Central Intelligence Agency). No se pone CÍA, sino CIA. Se pone acento cuando la palabra abreviada se ha convertido ya en un nombre común o propio, como MÓDEM, EURÍBOR, etc., y se les aplican las mismas reglas tanto en minúsculas como en mayúsculas.

La mayúscula en nombres y denominaciones

1-Los nombres y apellidos siempre empiezan con mayúscula. Fernando Sánchez, María Antonia Ramiro… También se escribe con mayúsculas los nombres que definen a un grupo, clan o familia. Los Ramírez, los Sánchez… Y aunque sea en plural, los nombres siempre se ponen con la letra inicial en mayúscula: ¿A cuántos Sánchez tenemos trabajando en nómina? En España hay muchas Marías.
2-Los nombres de otros idiomas (o no) que una vez traducidos signifiquen algo, también empiezan con mayúscula. Toro Sentado, Nube Florida…
3-Los apodos, sobrenombres y alias con carácter descriptivo también empiezan con mayúsculas y suelen venir precedidos por un artículo en minúscula: Alfonso X el Sabio, Doña Marina la Malinche, Fernández de la Vega el Oso… En Latinoamérica es muy común el uso de un apodo entremedias del nombre o incluso utilizarlo como nombre. En tal caso, también comienza con mayúscula y si se incluye en el nombre poner comillas para diferenciarlo: Rafael “Cortado” Ramírez, Pedro “Gordo” Caballero Los sobrenombres o seudónimos se emplean mucho en los círculos artísticos sobre todo para suplantar el nombre verdadero. Por eso, también deben iniciarse con mayúscula: Oveja Paca, Payaso Fofó, Gallina Caponata, el Manco de Lepanto
4-Al respecto del uso de las mayúsculas en los tratamientos de las personas, sólo es obligatoria en las abreviaturas: Sr. D. Manuel (señor don Manuel), Sto. (santo), U. o V. (usted)… Si no hay abreviatura, entonces se empieza con minúscula siempre y cuando no sea el inicio de texto, claro está: señora doña Manolita, ilustre reverendo Para las formulas honorificas o el alto protocolo se pueden empezar las palabras con mayúsculas, aunque no es obligatorio: Su Santidad el Papá, su Ilustre Majestad…
5-El nombre de personajes ficticios también se escriben con mayúsculas: James Bond, Indiana Jones, Peter Parker… Cuando un nombre común o un grupo nominal se utilizan como nombres propios, también deben iniciarse con mayúscula: Caperucita Roja, los Diablos de Jersey, el Gato con Botas… Los nombres propios con que se designan a las divinidades, profetas, santos, etc.: Dios, Jesucristo, Buda, Odín, Júpiter, Quetzalcóatl, Zeus… Así mismo, los apelativos antonomásticos como las advocaciones deben escribirse con mayúscula inicial: el Señor, el Creador, el Todopoderoso, la Virgen Santísima, el Redentor… El sustantivo de “Dios” (como entidad suprema), siempre debe iniciarse con mayúscula cuando su uso sea como nombro propio: Hazlo como Dios manda, pero obsérvese que: Júpiter es un dios del panteón romano. Los nombres que designan a seres mitológicos o fabulosos también se deben iniciar con mayúscula cuando su utilización sea en condición de nombre propio: Pegaso, Minotauro, Can Cerbero…


El uso de las mayúsculas para los animales y las plantas

1-Al igual que para las personas, los nombres propios de animales y plantas también se inician con mayúscula: Babieca, Micky Mouse, Pulgas…
2-Los nombres latinos que designas especies de animales y plantas comienzan con mayúscula, pero en este caso únicamente la primera palabra: Canis lupus, Geraneo zonal… Se emplea la misma regla para los nombres científicos: Homo sapiens, Homo superior…

El uso de las mayúsculas con los lugares

1-Para los nombres de los países se debe comenzar siempre la palabra con mayúscula. España, Chile, Italia… Y si el país posee dos palabras, o más, todas deben comenzar con mayúscula: Reino Unido, Estados Unidos, Corea del Sur, Cabo Verde… También se emplea esta regla para la unión de países: Unión Europea, Federación Rusa… Los sustantivos y adjetivos que forman parte del nombre de determinadas aéreas geográficas deben amoldarse a esta regla: Occidente, Latinoamérica, Oriente Medio, Países Árabes… De la misma forma, los sustantivos y adjetivos que acompañan a los nombres de determinados lugares, ciudades, países, etc.: la Ciudad Eterna (Roma), el Viejo Mundo (Europa), el Nuevo Mundo (América)… También sirve para las aplicaciones coloquiales: los Madriles (Madrid), De efe (México D.F.).
2-Los nombres de los países, regiones o ciudades productos de la fantasía también se deben iniciar con mayúscula: Atlántida, Aquilonia, Fenris…
3-Los nombres propios de los accidentes geográficos se escriben con mayúscula inicial, no importa que sean naturales o artificiales, pero no los sustantivos comunes que los acompañan: el mar Mediterráneo, el río Nilo, el monte Everest… Hay una regla, pues ciertos nombres acompañan el sustantivo como parte del nombre, por tanto, todas las palabras que compongan dicho nombre deben comenzar con mayúscula: Sierra Morena, los Picos de Europa, las Montañas Rocosas… Los nombres propios de las regiones naturales o áreas bioclimáticas también deben ser escritos de acorde con la regla de las mayúsculas: la Amazonía, la Patagonia…
4-Se escribe con mayúscula inicial el nombre propio de las comarcas: las Alpujarras, los Monegros… Los nombres de los espacios naturales protegidos y bajo la supervisión de una institución o entidad que gestiona dicho espacio se inician con mayúscula, sin importar las palabras que compongan dicho nombre: Parque Nacional de Doñana…
5-Se escriben con mayúscula inicial los sustantivos o adjetivos que forman parte de la denominación militar de un país: La Cuarta Región Terrestre, la Segunda Área Aérea, la Región Militar del Norte…

            Hasta aquí he llegado con la primera parte del uso correcto de las mayúsculas. Espero que te haya servido. En breve pondré la segunda parte.

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